2º 1ª y 2º A Lengua y literatura
Actividad 6
Historia de los dos que
soñaron
Gustav Weil
Cuentan los hombres dignos de fe (pero sólo Alá es
omnisciente y poderoso y misericordioso y no duerme) que hubo en El Cairo un
hombre poseedor de riquezas, pero tan magnánimo y liberal que todas las perdió,
menos la casa de su padre, y que se vio forzado a trabajar para ganarse el pan.
Trabajó tanto que el sueño lo rindió debajo de una higuera de su jardín y vio
en el sueño a un desconocido que le dijo:
-Tu fortuna está en Persia, en Isfaján; vete a
buscarla.
A la madrugada siguiente se despertó y emprendió el
largo viaje y afrontó los peligros de los desiertos, de los idólatras, de los
ríos, de las fieras y de los hombres. Llegó al fin a Isfaján, pero en el
recinto de esa ciudad lo sorprendió la noche y se tendió a dormir en el patio
de una mezquita. Había, junto a la mezquita, una casa y por el decreto de Dios
Todopoderoso una pandilla de ladrones atravesó la mezquita y se metió en la
casa, y las personas que dormían se despertaron y pidieron socorro. Los vecinos
también gritaron, hasta que el capitán de los serenos de aquel distrito acudió
con sus hombres y los bandoleros huyeron por la azotea. El capitán hizo
registrar la mezquita y en ella dieron con el hombre de El Cairo y lo llevaron
a la cárcel. El juez lo hizo comparecer y le dijo:
-¿Quién eres y cuál es tu patria?
El hombre declaró:
-Soy de la ciudad famosa de El Cairo y mi nombre es
Yacub El Magrebí.
El juez le preguntó:
-¿Qué te trajo a Persia?
El hombre optó por la verdad y le dijo:
-Un hombre me ordenó en un sueño que viniera a
Isfaján, porque ahí estaba mi fortuna. Ya estoy en Isfaján y veo que la fortuna
que me prometió ha de ser esta cárcel.
El juez echó a reír.
-Hombre desatinado -le dijo-, tres veces he soñado
con una casa en la ciudad de El Cairo, en cuyo fondo hay un jardín. Y en el
jardín un reloj de sol y después del reloj de sol, una higuera, y bajo la
higuera un tesoro. No he dado el menor crédito a esa mentira. Tú, sin embargo,
has errado de ciudad en ciudad, bajo la sola fe de tu sueño. Que no vuelva a
verte en Isfaján. Toma estas monedas y vete.
El hombre las tomó y regresó a la patria. Debajo de
la higuera de su casa (que era la del sueño del juez) desenterró el tesoro. Así
Dios le dio bendición y lo recompensó y exaltó. Dios es el Generoso, el Oculto.
Actividad Nº 6
TEXTO: Historia de los
dos que soñaron, de Gustav Weil
Responder a las siguientes consignas:
1- . ¿En qué ámbitos se desarrolla esta historia?
2- . ¿Qué papel
juega el sueño en ese relato?
3- . ¿Cómo es el actuar de la justicia –tanto humana como
Divina- en esta historia?
4- . ¿Por qué habríamos de realizar un viaje tan peligroso
si, al fin y al cabo, el tesoro se encuentra en el patio de nuestra casa?
5- . El tema de la fe, en esta historia y en relación con
Yacub, ¿tiene un sentido pasivo, activo o ambos?
6- . ¿Cuál es el mensaje que, a su entender, nos deja esta
historia?
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