CENS
N° 461 - TP
N°
4 - Especializada de 1ro
y 2do
año
Prof:
Ibarlucia, lucas – Palluzzi, federico
Relato
de
cuarentena
En
el trabajo práctico anterior vimos las características de una
noticia y como se escribe, para realizar este trabajo, veremos las
características de una crónica, para que puedan escribir un
relato/crónica de algún suceso que haya sido significativo para
ustedes durante los más de100 días de cuarentena.
La
crónica
La
crónica es un género periodístico narrativo. Se caracteriza por
ser descriptivo y dar énfasis a los detalles del espacio y tiempo
donde ocurren los hechos. Es además un testimonio o una
reconstrucción de un suceso de forma subjetiva, es decir desde los
zapatos del observador. La narración debe ser atractiva al lector.
Como
su propio nombre lo indica -el término proviene del griego cronos
que significa tiempo- la crónica alude a un suceder en el tiempo y
puede ser definida como el relato pormenorizado, secuencial y
oportuno de acontecimientos de interés colectivo. Se trata, pues, de
un género que teniendo como función explícita la de informar se
ocupa fundamentalmente de narrar cómo sucedió un determinado hecho,
recreando la atmósfera en que tuvo lugar el acontecimiento de que se
trate.
Más
extensa y minuciosa que la noticia breve -que se caracteriza por
presentar los hechos de manera sucinta y concisa-, la crónica añade
a los datos básicos otros complementarios y particularizados
utilizando para esto secuencias textuales argumentativas.
Como
todo texto que te propongas
escribir, es necesario que cumplas con dos pasos importantes antes de
comenzar. El primero es identificar qué quieres contar y el segundo
es identificar quien será tu receptor. Les
dejamos algunas características para que tengan en cuenta al momento
de escribir una crónica:
-
La Narración: ante todo, las crónicas suponen el relato o
enumeración de las acciones llevadas a cabo por uno o más sujetos,
que acontecen en tiempo y espacio, y mantienen relación entre sí.
-
La Descripción: además de la necesaria ubicación de los hechos en
tiempo y espacio, las crónicas incluyen la caracterización o
descripción de los objetos, personas,
lugares y procesos que intervienen en el acontecimiento a informar.
-
Respetar la
estructura
narrativa, pero considerar detalles y aspectos emotivos. La crónica
respeta una estructura narrativo-descriptiva.
Puedes decidir partir desde el final de los hechos para volver al
comienzo, o partir linealmente desde un tiempo pasado. Escribe como
usualmente escribirías cualquier relato, pero sin perder de vista la
realidad. La crónica es un género que ofrece muchas libertades
creativas, es por esto que es difícil descubrir dónde está el
límite de la crónica a la hora de categorizarla como texto
literario o
no
literario.
Hay un propósito estético, sin embargo también hay un compromiso
con la realidad.
-
La
mayoría de las crónicas están escritas en primera persona, ya sea
como narrador-protagonista
o
narrador-testigo.
Consigna:
El
trabajo consiste en escribir una
breve crónica
donde puedas narrar tus vivencias en estos más de 100
días de cuarentena, tienen
toda la libertad para poder expresarse y que nos quieran contar,
pueden ser
sensaciones, miedos, angustias, alegrías, hechos,
reflexiones, etc.
Te
recomendamos que primero ordenes tus experiencias en oraciones breves
y que luego las agrupes y las conectes.
Cuando
termines de hacer el relato hay que ponerle un título, algo que
sintetice con tus palabras esas sensaciones que se ven reflejadas en
el mismo.
El
mínimo de extensión es de 3 párrafos
Les
dejamos un ejemplo de una crónica/relato de cuarentena que lean
Crónica
de una profesora en la cuarentenade
la Covid-19 en ArgentinaProf.
MARÍA JOSÉ LACHAISE
Marzo.
Domingo, 15. 20 horas.
Nos
encontró terminando la tarde y con la sensación de que se paraba el
mundo y como hormigas a las cuales les habían pateado el hormiguero,
volvíamos a escondernos.
—
Todos
a casa. No salgan. Cuídense. A lavarse bien las manos con jabón.
Usen mucho alcohol en gel. Con guantes. Sin guantes. Con barbijo. Sin
barbijo. Sácate la zapatilla. Ponte la zapatilla. Sácate la ropa.
Cuida a los viejos, a los más pequeños. Quédate en casa...
Salí
de casa a trabajar porque soy docente.
—
Lávale
las patas al gato si anda en la calle. Ventila la casa, pero… no
andes en el patio por si acaso.
Corona,
covid, covid 19, 20, los chinos, los murciélagos, la sopa y el
dengue. Sí. Sí, sí, no se olvide del dengue.
Los
primeros días cada vez que te encontrabas en la puerta de la casa,
mentalmente repasabas cual lección de geografía o historia sin
ningún detalle a olvidar porque esta batalla había que librarla.
—
Momento
de acostumbramiento, de trabajo, estudio y relaciones desde casa.
Las
redes sociales, programas como zoom, meeting, classroom, WhatsApp,
video llamadas, teléfonos, televisores y cuanta cosa circulaba
colapsaban por momentos, pero… tengan mucho cuidado con lo que se
escribe para no herir susceptibilidades.
La
escuela presencial viajaría por las redes. Las cocinas se
convirtieron en el escenario de los improvisados chef pasarían a ser
expertos, empolvados de harinas y la familia, la experimentadora de
los manjares.
Peluquerías
y barberías caseras. Padres maestros. Maestros padres. Abuelos sin
nietos a quienes abrazar. Bibliotecas sacudidas y libros rescatados
por lecturas olvidados por falta de tiempo y que ahora es lo que
sobra.
Álbumes
de fotos y agendas usadas, con sabor a nostalgia. Ropas y objetos sin
uso, formarían parte de los días para convertirse en patines,
alfombras o, simplemente, irían a parar a bolsas de descarte.
Pintores,
carpinteros, albañiles y todos los oficios fueron improvisados en
cada hogar, lugar que ahora pasaría a ser nuestra morada obligatoria
y segura.
Historias
que rescatamos a lo largo del camino… Niños de 6 años que
comenzaban con la lectura de sus primeras palabras y enseñan a sus
papás que por cuestiones de la vida no saben ni leer ni escribir.
Manos
y brazos que se agitan a la distancia como el mejor saludo cariñoso,
sin tocarnos. Un “te extraño” y un “me quiero ir con vos”,
destroza el corazón”
Tantos
“por qué” y preguntas sin respuestas sobre lo que nos está
pasando. ¡¡¡¡¡Esperar!!!!! Pero… ¿hasta cuándo? Tener de
todo y a su vez, nada.
Cumpleaños,
gimnasios, reuniones, previas, salidas, bailes, despedidas,
nacimientos, un mate, un café y hasta un beso fue virtual.
Vivir
sin culpa, siendo feliz porque hay buena gente y realmente se lo
merece y muchísimo más. Soledades, compañías, angustias,
reflexiones, encierro, enojos, peleas, reconciliaciones, convivencia,
cansancio, complicaciones, insomnios, llamadas, mensajes,
convergencias, consenso y disenso.
Recuerdo
que muchas veces me decían:
—
¡Mírame
nena!. ¡Mírame a los ojos cuando te hablo!!!!!
Y
ahora entiendo.
Aprendimos
a mirarnos a los ojos, porque con ellos pudimos sentir la tristeza o
la alegría de la persona. ¿Quién dijo que los ojos no ríen? Sí,
¡sí señora! Encontrar esos ojos en donde podéis mirarte, te
desnudan el alma.
La
sonrisa está escondida por los barbijos, pero protegida de los besos
que ya vendrán, al igual que los brazos adormecidos por caricias que
hoy no llegan.